Este artículo es en respuesta a este que nuestra gran amiga Sophia puso hoy en ROL-PERÚ.
Tengo varias preguntas que me formulo cuando leo este artículo:
¿Cómo mides el roleo?
Pues eso, la verdad, en mis 20 años de jugador y narrador de rol, esto es algo tan subjetivo como lo es el medir cuanta XP le das a tus amigos y cuanta a tu enamorada por su interpretación.
La verdad esto es muy difícil que tenga una medida justa, pues hasta el que un jugador de tu mesa te caiga bien o mal influye en cuanta XP por roleo le vas a dar al final. Obviamente tu aportación a la aventura en cuanto a interpretación de tu rol no va a determinar que esta sea una sesión más épica que la de una sesión donde hay una buena dosis de mamporros y pupas volando por doquier pues hay gente que se divierte haciendo el papel de Tyrion Lannister, mientras que a otros les encanta romper cráneos interpretando a alguien como Sandor Clegane “El Perro”.
Un juego de rol siempre va a tener jugadores con distintos niveles de confianza y por ende de capacidad interpretativa y es tarea del Narrador el hacer que todos se sientan bien, tanto los que gustan de lanzar dados y viven de las estadísticas, como de los que prefieren más los soliloquios o las salidas diplomáticas a los problemas.
El que el juego sea D&D, Hombre Lobo, Mouse Guard o Fragmentos no tiene en realidad que ver con como se comporta la gente en el juego. Uno es el marco en el que desenvolverse, y lo otro es el grupo que va a zambullirse en el juego. Las reglas del juego no son una faja con la que encorsetar a tus jugadores, sino más bien una guía para ayudar a resolver los eventos. El cómo se resuelven queda en los jugadores y el narrador y en el estilo que el grupo prefiera. En todo caso no se debería tachar a un juego de rol de ser más o menos rolero, sino al grupo, por tratar un juego de rol como si fuera un videjojuego como Diablo o Mu Online.
He visto partidas de D&D donde no se lanzó un solo dado y salieron muy contentos todos, así como también he visto partidas de Vampiro donde la cantidad de tiradas de dados eran abrumadoras e igual la gente salía feliz.
Obviamente hay quienes pondrán el grito en el cielo por el sacrilegio de jugar Vampiro como si estuvieran en un episodio de Buffy o Inframundo “el Horror”, pero esto es solo algo que lo controlan los participantes, no el juego, ni sus reglas en si.
¿Es que acaso debes ser un histrión multipremiado para llegar a ser el equivalente a un Munchkin y llevarte toda la experiencia en una partida de rol?
Seamos sinceros, lamentablemente no todos van a tener el nivel interpretativo de un John Malkovich o una Cate Blanchet, que es quien nos ha dado el título a este artículo. No podemos machacar a un jugador/jugadora tímido/a con pocos puntos de XP por el simple hecho de que “no rolea bien”.
El hecho de interpretar tu papel con más o menor acierto no debería determinar que se te adjudiquen más o menos puntos, pues el aprender a soltarte y desinhibirte es un proceso que puede ser largo o corto. Precisamente una de las bondades de un juego de rol (y no solo D&D, Vampiro, Cthulhu, etc sino de cualquier juego) es ayudar a las personas a perder ese miedo escénico y ganar confianza.
Personalmente conozco a varios chicos que empezaron como pollos asustados en esto del rol y ahora son mucho más asequibles, dialogan mucho más y ya no temen a expresarse en público. Esto es algo que un juego de rol logra como beneficio de jugarlo.
¿Son las partidas de rol meros “loops” en el ciclo de un juego del cual no podemos escapar?
Esto me parece gracioso. Si partimos de la premisa de que hasta nuestra vida cotidiana es una serie de eventos que se repiten “ad nauseam”, pues vamos a ver que todo en la vida son ciclos. El que los juegos de rol inviten a un grupo de jugadores a visitar un dungeon o irse a New Orleans a por un grupo de Cultistas es algo que aunque parece cliché, es parte de la esencia de estos juegos. El vivir en la imaginación estos eventos que aunque parezcan lo mismo, nunca se resuelven de mismo modo, es parte del “vacilón” de los juegos de rol.
Tomemos por ejemplo un módulo cualquiera de La Llamada de Cthulhu, porque la gente que jugará el domingo quiere jugar este juego. Pues va a ser que por el hecho de tener jugadores endebles ante un monstruo o por tener que andar entre bibliotecas y libros polvorientos, ¿el juego es malo?. Los módulos son solo un conjunto de ambientaciones o situaciones que salen de la cabeza del narrador, si es que este se tomo el trabajo de crearlo, o de la editorial que lo vendió y el que sean más o menos originales ya es un tema de creatividad, más que un problema del juego. En un juego de mesa no puedes escapar de los escaques o del tablero y sus mepples, pero en un juego de rol puedes salirte del guión y de los límites del módulo sin más y ya depende del narrador de turno el saber improvisar y continuar. Es parte de la naturaleza de un juego de rol, pero no podemos culpar a los juegos de rol por tener ciertos tipos de aventuras que ya son clásicas como la exploración del dungeon, la cacería de neonatos o sellar al dios innombrable en su dimensión.
¿Hay juegos más roleros que otros?
Esto es algo que da para discutirlo en largas tertulias frikis, pero en resúmen, no es el juego ni sus reglas las que determinan esto, sino el estilo de juego del grupo que lo juega y de que es lo que buscan emular cuando juegan un juego de rol.
Hoy en día, los novatos que juegan D&D o Pathfinder busca ser el héroe de fantasía y realizar las hazañas de las películas de moda (en mis tiempos era la de las novelas de Burroughs), así como la nueva sangre que se adentra en el Mundo de Tinieblas busca equivocadamente parecer el personajillo de Crepúsculo o de Blade o Inframundo.
Y en este último punto quiero dejar mi opinión al respecto del tipo de jugadores que se solazan en jugar partidas de juegos de rol (de cualquiera, no solo D&D), como si estuvieran jugando un videojuego. Es creo yo, deber del narrador que adiestre a sus jugadores en el arte del juego de rol, el hacerles saber que una partida no es una sucesión de golpes para avanzar, sino que es mucho más que eso. La riqueza de la interpretación o “roleo” es precisamente el entender que más allá de los golpes sin sentido y las estadísticas está el respetar esos números que tienes en la hoja y la descripción del personaje que llevas. Si quieres ser el “tanque” que lo derriba todo, pues está bien, pero si buscas obtener los puntajes para serlo sin una justificación realista en términos de juego, pues estas jugando muy mal a un juego de rol.
Para estos jugadores y hablando en términos videojueguiles: “Jugar rol con personajes endebles o con taras es el equivalente a jugar en Hard”
Finalmente, si como narrador has estado dando XP a tus jugadores por matar al bicho sin discriminar el que fuera por una razón plausible, entonces tu has fallado como narrador, pues no por matar a una criatura se te garantiza que ganes XP, eso es en los videojuegos, no en el rol de verdad 😉
Publicado originalmente en DragonesdelSur.org el
Hermano, friki, amigo, esposo, aprendiz de papá, agnóstico, rolero semi retirado.